Mi Lucha
Una reflexión matutina para actualizar el blog Uno cree que la vida «debe ser», y se pasa la vida persiguiendo esa zanahoria sin alcanzarla nunca. Más pronto o más tarde comprende que la vida solo «es», el relleno lo tiene que poner uno. Yo nunca he sabido qué poner dentro. Me he comido la vida seca, echando unos sorbos de cerveza con los amigos, enamorándome de mujeres inaccesibles, leyendo aventuras e ideas de otros y hasta escribiendo tonterías como esta para pasarla. A veces pienso en mi vida como una vida desperdiciada a la que otros le hubieran sacado más sentido. Como si la vida fuera como una chaqueta (¡qué palabra!, ¿no?, viene del francés que a su vez, en una de sus acepciones viene del catalán que la trajo del árabe, de una palabra que designaba a esas cotas de malla par defenderse de los espadazos) que uno pudiera prestarle a otro para que la luciera mejor. Cuando escribo «uno» quiero decir «yo», pero ocultándolo en un genérico que, de algún modo, in...
Poemazo! Y que final!
ResponderEliminarMe costó elegir un poema del libro. Son todos estupendos. Voy a intentar hacerme con Oficio de lector, un libro suyo. Lo que cada vez me cuesta más es encontrar música adecuada libre de derechos.
ResponderEliminarPor qué un poema es un poema y por qué un poema es un buen poema. ¿Y qué es un poema?
ResponderEliminarPor qué debe uno quedarse impasible ante "nadie podrá inculcarnos un pasado distinto al que vivimos", si en realidad todos creemos en un pasado diferente al que vivimos, solo porque recordarlo ya lo hace otra cosa, pero además porque recordamos lo que nos da la gana y olvidamos lo demás que estorba. ¿Y qué tiene que ver los cementerios marinos con Iván Almatesta o los ojos de los tigres que parecen balizas con los adolescentes de perversa fragilidad?
No sé. Qué diferencia a la música que suena de la lectura del poema. A lo mejor nada y eso es la poesía.
"¿Y qué es un poema?" Buena pregunta. ¿Y Genoveva Propincua y el mal de Agamenón? Supongo que debajo habrá algún significado concreto que alcanzo muy de refilón, y no me importa. Me deja intuiciones y sombras por entender y me suena magníficamente bien. Y me dan ganas de leerlo una y otra vez y además, cuando lo leo, como dice alguien que yo sé que pasa cuando lees un buen poema, se me escapa al terminar una interjección malsonante.
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