Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2022

El viento, hoy

 Hoy hacía un viento tremendo cuando saqué a Poncho por la mañana. Las altísimas palmeras del parque se cimbreaban peligrosamente, empeñadas en mantener su altivez ante la brutalidad del aire, y casi como desafío se mecían a un ritmo más lento que el loco rocanrol  de los árboles, más abajo, lanzando hojas como confeti, saludando con feroz alegría a los danzarines remolinos de basura por las calles, que los barrenderos, que comienzan su jornada a esa hora, tendrán que atrapar con cazamariposas.  Voy leyendo, como siempre, pero ya no en voz alta, porque el viento arrastra las palabras y no me llegan hasta el oído; y si me descuido me borra hasta las letras antes de que lleguen a los ojos. Me empeño, sin embargo, con la cabeza baja en seguir línea a línea los avatares de Lisandro Farías(*), pero el viento, impertinente porque no le presto atención, me da un manotazo a la gorra y la lanza unos metros más atrás. “Amárrese el cachorro, cristiano”, me grita un barrendero, que está ahí al lad