Papiromanía

 Echándole, onanísticamente, un vistazo a mi blog, cosa que hago  sin periodicidad pero con alguna frecuencia, para extasiarme con la calidad de mi prosa y holgarme con mi actitud literaria tan irónica y desencantada, pero llena de humildad y no exenta de buen humor, me encontré con esta entrada de cuando la presentación del Proesías, que me ha gustado tanto que quiero recordar aquí. El texto imita unas memorables páginas, referidas a Madrid, de Luis Martín Santos, en Tiempo de Silencio. Hay gente tan sin medida; tan ciega para ver la viga en el ojo propio, aunque, todo hay que decirlo, tampoco ve pajas por ninguna parte; tan  ilusionada con cosas pequeñas que quiere hacer grandes para que todos se ilusionen también; tan obcecadas contra la decepción que mandan los tiempos; tan empeñadas en creer que el mundo todavía tiene remedios que alivian, como las letras; tan tenaces en el empeño de ser saludados como escritores, aunque sean menores;  tan animosas,  que aún siguen publicando libr