Vivir rápido, morir joven y hacer un cadáver bonito


 Siempre he pensado de mí

que tenía que haber muerto joven.

Lo del cadáver bonito me lo reservo

porque nunca fui un tipo bien parecido. 

Y en cuanto a vivir deprisa, 

reconozco que me tomé mi tiempo.

Ahora tengo sesenta y dos,

un poco tarde para morir joven,

y, escuchando a Grateful Dead,

pienso que he vivido demasiado lento.

Siempre esperé a ver lo que pasaba 

y no entré demasiado a hacer que pasase.

Me quedé esperando como las penélopes,

mientras otros viajaban y vivían aventuras

yo solo soñaba con hacerlo... algún día.

Eso es lo me recuerda la música de Grateful Dead.

Hace tres día que pienso que debería volver a coger la bicicleta

y partirme el alma en algún barranco 

gozando paisajes como un vagabundo

(de pequeño decía querer ser vagabundo o pistolero del oeste)

pero solo al segundo día me decidí a inflarle las ruedas

y hoy me dejé dormir hasta las diez y después

desayuné leyendo el periódico.


Comentarios

  1. Inflar las ruedas es un gran primer paso.

    ResponderEliminar
  2. He acumulado muchos primeros pasos, muchos primeros capítulos, muchos primeros intentos, ya no es consuelo.

    ResponderEliminar
  3. Pasa a la acción, antes de que la estrella oscura caiga...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Mi Lucha

Llovizna