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Mostrando entradas de julio, 2025

Por si existieran las montañas mágicas

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  Foto por Jose Mesa (Mataparda on Flickr) https://www.flickr.com/people/liferfe/ - https://www.flickr.com/photos/liferfe/8429137812/, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=31823461     Las oportunidades perdidas de subir a la montaña mágica han sido, no lo sabía, un regalo de la suerte y no una maldición de la fortuna. Siempre imaginé que esa diosa que rota su volúbilis sin más ritmo que el capricho estaba adornada por la belleza, que sus vestidos vaporosos insinuarían su silueta para estímulo del deseo. Ahora sé, tarde, que a esa montaña suben, casi siempre, los que bajarán con los pies por delante. Por tanto, la diosa que imaginé es más bien una bruja de nariz larga y aguileña, cargada de verrugas, con una escoba que nos barre como al polvo y al olvido, que diría Borges, que seremos. ¿Qué hacer sino seguir leyendo por ver si Hans Castorp escapa a la suerte general y baja sano y salvo la montaña? ¿La piedad adornó el espíritu (¡cuánto gus...

Sueño lúcido o despertar agónico

 Mi despertador biológico es un calambre en la pantorrilla. Una de las dos o las dos, una primero y la otra después o ambas al mismo tiempo. Según el humor en que se encuentre el pillín de mi cuerpo que, cuando se harta de dormir, le dice al sistema nervioso «anda, despierta a este, a ver si hacemos algo» y el sistema nervioso ordena al músculo de la pantorrilla que se convierta en una piedra y se contraiga hasta volverse agujero negro. Y ahí me tienes, a mí que nunca me ha gustado bailar, meneando las piernas al aire de lo más loco, golpeándome la piedra con el puñito, que hasta hace risa la diferencia de consistencia, y, para colmo, recién salido de una pesadilla tal vez, de la que suele salvarme la vigilia en el último instante, creyendo que por fin ha ocurrido el viejo anhelo de experimentar un sueño lúcido, y tenía que ser precisamente ahora, no podía esperar a cuando en el sueño estuviera triscando por una verde praderita y de súbito me topase con una grácil cabritilla. ...

Diario de un verdugo

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 Mi profesión o mi trabajo, no sé bien cómo llamarlo, es matar personas con todas las garantías posibles de que se lo merecen. A este respecto, yo, la verdad, he creído tener poca cosa que decir y me he limitado, al menos en un principio, a hacer mi trabajo lo mejor posible dando por hecho que el estado y su maquinaria han funcionado debidamente para dejar en mis manos el simple acto final. Pensarán ustedes que para hacer un trabajo así se necesita a un tipo especial, un sociópata que le llaman ahora, un loco de los de antes, o quizá a un tipo con mucho cuajo. Yo, la verdad, es que soy un tipo normal. Me gustan los gatos, por ejemplo, y como vivo en el campo, en una casa abierta, pasan unos cuantos por allí y les pongo algo de comer y hago migas con los que se dejan, que no son todos. Familia tengo poca, ni mujer ni hijos, y amigos unos pocos también, con los que hablo por teléfono de vez en cuando o  veo en pocas ocasiones. En el trabajo no sé si he hecho amigos...

José Agustín Goytisolo

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  Algunos historiadores proponen llamar a lo que generalmente conocemos como Guerra Civil, Guerra de España cuando se refieren a la que tuvo lugar en nuestro país entre 1936 y 1939. La consideran una especie de antesala de la Segunda Guerra Mundial, un ensayo general, en el que los actores ya estaban presentes, preparándose para el desastre que se desencadenó tras el cruce de la línea roja que supuso la invasión de Polonia por Alemania. Pío Baroja habla de guerra civil refiriéndose a alguna de las guerras carlistas, las que  para mí, nacido en 1971, parecen una sola con varios rebrotes como los de una nunca definitivamente curada enfermedad. En aquel tiempo Pío Baroja no sabía que el futuro, bien entrado ya el SXX, le depararía un nuevo espanto. En aquella guerra, la que se inició en 1936, un bando, apoyado por las potencias fascistas, y el otro, por la potencia comunista, tuvieron la oportunidad de probar sus fuerzas y sus armas. Los Stukas cayeron sobre ...

Ciudad cadáver, de Leandro Pinto

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Nuevo libro de Leandro Pinto, al que el programa de Radio Ecca dirigido Manuel Martín ha dedicado una entrevista entre nuestro papirómano Rubén Benítez y el autor Leandro Pinto. Enlace al postcast