Reflexiones con Greta


 

 Hoy he oído el ruido de una estrella

al chocar con caracolas

 y el paso firme del desfile de diez gatos

sobre el tejado de una choza.

 

Hecha de hojas de palmera

ya resecas por el sol.

Nuestra estrella que lamenta

el uso estéril de las mantas.

En los días de verano.

En las noches de bochorno.

En la antesala del despacho

de un juez corrupto y calvo

que dicta sentencias al ritmo de un diapasón.

Avanza con el tiempo con que las notas de Schubert

se lamentan de estar entre sus manos.

Sucias de tanto lavarse

con la tinta de las leyes.



Comentarios

  1. Hay algo de tranquilizador en observar a un gato sentado a la puerta mirando hacia el exterior. Mirando pasar el mundo. Y sabiendo que uno está ahí detrás mirándolo mirar el mundo. Y que no nos tema.

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