Verdades como puños

 

El librito este es tan pequeño y tan certero como un dardo. Todas (casi todas, y entraré después en esto) sus ideas dan en la diana. Se lee como se leen los aforismos, asumiéndolos como propios. Mientras lo disfruto pienso que si tuviera la capacidad de ordenar mis ideas nebulosas hasta hacerlas claras y distintas, escribiría como Bob Black.

El discurso de cierta izquierda me parece anclado en el pasado, en los tiempos del enfrentamiento entre los dos bloques y el de las masas de obreros entrando con la bolsa del bocadillo en enormes fábricas vestidos con monos azules. Esas fábricas, ya casi no existen en occidente, que emplea a sus mayorías en el sector servicios o los tiene cobrando pensiones debido al envejecimiento de la población. Pero el discurso de esa izquierda continúa. Sus portavoces se aferran al megáfono en miniconcentraciones que organizan de cuando en cuando. Siguen vistiendo camisetas con la foto desteñida del Ché. Hay una izquierda actualizada, por supuesto, tan actualizada que parece más pendiente de los memes y del figureo en las redes que de los problemas reales de la población. Será, supongo, porque al fin y al cabo, casi todos los que acaban mandando, de izquierdas y derechas, son polluelos de clases acomodadas formados en las mismas incubadoras, así que los problemas reales los tienen siempre otros, a ellos les quedan lejos.

Esa izquierda tradicional lucha (otra palabra de su gusto) por la clase trabajadora y en ese mismo discurso no se cuestiona la existencia de esa clase, y por lo tanto, del modelo (quizá debería decir paradigma, y así parecería que sé más de lo que sé) que nos ordena en clases. Bob Black acaba con la raiz del problema: el trabajo. Acaba por tanto con la clase obrera, acaba con el sistema (o eso he entendido). Apela a la creatividad humana ejerciéndose en libertad para obtener frutos materiales/intelectuales/palpables. No defiende la ociosidad sino la destrucción del trabajo, que es muy distinto. Y es ahí dónde empiezan mis dudas expresadas con el casi del primer párrafo. No tengo claro que la tecnología actual nos permita evitar el trabajo (como rutina, como alienación), no tengo claro que todos, o que una gran mayoría de seres humanos tengan la creatividad e iniciativa propia necesaria para no necesitar un pastor. Y no lo tengo claro por esto, por lo que somos, (copiado de la Wikipedia):

"Sociedades de primates

La mayoría de los primates tienen una vida social activa. No hay prácticamente ninguna especie con individuos totalmente solitarios, y existe gran variedad de clases de agrupación según la especie. Hay monos monógamos, como los gibones, que mantienen la pareja durante años, y no se juntan con otros. Los macacos, en cambio, viven en tropas mixtas de decenas de individuos; puede haber un solo macho reproductor o varios, pero en este caso el de mayor rango tiene acceso privilegiado a las hembras.

Entre los orangutanes, los machos adultos viven solos; las hembras y sus crías se suelen juntar con otras madres. Los chimpancés viven en tropas llamadas de fisión-fusión: durante el día recorren el bosque en busca de comida en pequeños grupos, y al final de la tarde se reúnen todos para dormir. Entre los chimpancés, son las hembras quienes abandonan la tropa para evitar la endogamia, de manera que los machos son los que están emparentados entre sí. En otras especies, como los macacos, es al contrario: los grupos son matrilineales, los machos lo abandonan cuando se hacen adultos para buscar pareja en otros grupos. Se da la misma situación entre los langures y los gorilas. Hay más variantes: tanto el macho como la hembra de los monos aulladores abandonan el grupo natal cuando alcanzan la madurez sexual, de forma que en estos grupos no hay parentesco entre ellos.

Estos sistemas sociales se ven afectados por los tres principales factores ecológicos; la distribución de recursos, el tamaño del grupo y la depredación. Dentro del grupo, la cooperación y la competencia están en equilibrio: los individuos se acicalan, comparten la comida, se protegen mutuamente; pero también se dan comportamientos agresivos cuando se compite por la comida, por una pareja sexual o sencillamente un buen lugar donde pasar la noche. La agresión, además, sirve para establecer la jerarquía."​ 

Leí este texto, de Bob Black, todo hay que decirlo, en estado casi eufórico. La foto de la portada me parece extraordinaria. Lo compré en la librería del TEA, en Tenerife. Estaba llena de estatuas/figuras de robots hechos con materiales reciclados. Un caldero invertido era una cabeza con las asas como orejas. Un tenedor un brazo, y sus dientes, los dedos. ¿Cómo no tener
fe en la creatividad de nuestra especie?

Comentarios

  1. Estupendo texto y simiesca materia de reflexión...

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  2. Hombre, lo de los monos está bien, pero se queda uno ayuno en lo que respecta al texto del buen Bob. Yo creo que la mayor parte del trabajo es innecesario porque sirve para obtener cosas superfluas.

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  3. Igual ya tenemos superado lo de hembras y crías, digo yo. 🤣🤣

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