El gobierno de la razón

 


Mi curiosidad no se agota, cuanto más leo, más crecen mis ansias de conocer. El caso es que no existe un solo método, no hay un orden. Cada libro abre una puerta que conduce a otra puerta, a otro libro y, así, en una sucesión interminable, como las galerías infinitas que describió Borges en su Biblioteca de Babel.

No sé si es posible alcanzar un saber absoluto, si, como han pretendido los filósofos, se puede hallar un sistema infalible para la determinación del Todo, porque ese Todo nos desborda y dudo que se deje atrapar en axiomas. Necesitamos fórmulas, hemos creado fórmulas para construir, para destruir y destruirnos, pues tal como decía Hegel, lo positivo lleva en sí lo negativo. Amor y Odio son dos fuerzas en permanente conflicto y desalienta pensar que esta lucha es propia de nuestra naturaleza. Nos queda la esperanza de apelar al gobierno de la razón, al logos, a la palabra, que es, precisamente, lo que nos diferencia de los demás seres vivos que habitan este planeta. Una diferencia que nos ha facilitado imponer nuestro dominio, pero que nos debería llevar a tomar conciencia de nuestra responsabilidad como especie, para no incurrir en prácticas totalitarias. 

Comentarios

  1. Y ahí seguimos esperando...el gobierno de la razón.

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  2. Hay que poner en cuestión la razón, como mínimo que la humanidad la haya conseguido todavía.

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