Heródoto con las melenas al viento
Pero
contra este verso decir que no sé si recordaremos, imposible, todo lo
que se cuenta en los nueve libros pero sí sé que Heródoto es
inolvidable, momificado por el más sofisticado procedimiento, que le da
no sólo inmarcesibilidad sino vida para siempre, como a los dioses.
La escritura es el instrumento humano más poderos para alcanzar su anhelo de trascendencia. De ser reconocido entre lo otro. El hombre se individualiza y se reconoce en el grupo y frente al grupo y ante la mirada del grupo. No ser diferente, o no ser reconocido como diferente, por el grupo del que, sin embargo, se desea a toda costa formar parte, es como no existir. Es una lucha imposible sel ser, porque no tiene lógica o sólo tiene la lógica de nuestros instinto atávico. El deseo de alcanzar lo uno y su contrario.
La escritura se usó, en un principio, pragmáticamente, para la anotación en los píthoi y no perder la cuenta, pero pronto fue la manera de dejar dicho que los dioses son parientes de los reyes, con los que mantienen una comunicación privilegiada. Hoy sigue sucediendo que sólo unos pocos oyen la voz de los dioses y cuentan a los demás, sordos a la divinidad, cuáles son sus órdenes y deseos. Obedezcamos, pues, contra las noventa y cinco tesis que se colgaron en la puerta de una iglesia de Wittenberg hace tanto tiempo ya.
Platón escribió, paradójicamente, que
Sócrates habló contra la escritura por socavar las bases de la memoria
del hombre. ¿Qué diría entonces contra la infinita Biblioteca de Babel,
memoria inabarcable, que reside en servidores insondables y ubicuos, que
están en todas partes y en ninguna?
Oiga, me gustó esta reflexión. Más por lo extraña a su voz habitual que por esa alabanza endiosadora a la escritura. Estoy con Sócrates, tenía razón, y cada vez más. Cuando se apague la luz volveremos a la edad de piedra. No recordaremos nada después del ultimo libro editado en papel.
ResponderEliminarAnónimo soy yo, en este caso. No siempre. Por ejemplo, no soy el del Lazarillo de Tormes.
Eliminar¡Ja! Gran autor Anónimo, y longevo.
EliminarEl olvido es un hecho incontestable. Buen texto!!!
ResponderEliminarTexto pretencioso, deslabazado y con errores imperdonables de redacción. Si se propone alguna conclusión, no la vemos. Los párrafos dan tumbos tratando de mostrar alguna falsa erudición. El Rey de Zembla
ResponderEliminarVaya con el soberano de los Países Bajos...
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