Mi Lucha
Una reflexión matutina para actualizar el blog Uno cree que la vida «debe ser», y se pasa la vida persiguiendo esa zanahoria sin alcanzarla nunca. Más pronto o más tarde comprende que la vida solo «es», el relleno lo tiene que poner uno. Yo nunca he sabido qué poner dentro. Me he comido la vida seca, echando unos sorbos de cerveza con los amigos, enamorándome de mujeres inaccesibles, leyendo aventuras e ideas de otros y hasta escribiendo tonterías como esta para pasarla. A veces pienso en mi vida como una vida desperdiciada a la que otros le hubieran sacado más sentido. Como si la vida fuera como una chaqueta (¡qué palabra!, ¿no?, viene del francés que a su vez, en una de sus acepciones viene del catalán que la trajo del árabe, de una palabra que designaba a esas cotas de malla par defenderse de los espadazos) que uno pudiera prestarle a otro para que la luciera mejor. Cuando escribo «uno» quiero decir «yo», pero ocultándolo en un genérico que, de algún modo, in...
¡Ecos de dinosaurios! ¡Relato onírico-surrealista! ¡Foto inquietante!
ResponderEliminarPor lo de las fotos. En Baeza, ciudad, como tantas, a dónde querría retirarme a vaguear y no hacer nada salvo pasear y nadear, y cuando me canse de eso, echarme en un rincón a la sombra y leer, hasta que me canse de eso también y vuelva a vaguear y nadear y tomarme una cerveza, o dos, y seguir así toda la vida o cuanto aguante, hay un lugar muy simpático, de esos de sentarse a leer, donde alguien se entretuvo en tallar en las rocas estas caras lagartinas.
ResponderEliminarOnírico-orgasmático, diría yo...que buen relato! La foto mola mucho!!!
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