El reloj atómico


 

Un segundo, en el Sistema Internacional de Medidas,
se define como 9 192 631 770 veces
el periodo de vibración de la radiación
del átomo de cesio 133.
Pero ¿por qué el cesio?, me pregunto.
Porque es un elemento muy estable, según he leído.
¿Y acaso existe algo estable en este mundo?
Este reloj es tan preciso
que no retrasará un solo segundo
hasta dentro de 3 700 millones de años;
podemos despreocuparnos de perder el tiempo,
ya lo ajustará quien quiera que esté aquí
dentro de 3 700 millones de años.
La vida pende de la radiación
del átomo de cesio 133,
cada 9 192 631 770 veces suena un tic tac irrefutable.
El átomo es muy preciso,
tanto para marcar la vida como la muerte;
tic tac tic tac, el pulso universal
se custodia en una oficina
del Departamento de Comercio de Estados Unidos,
como un Stonehenge de nuestro tiempo.

Comentarios

  1. Resulta curiosa la de tonterías que somos capaces de hacer con precisión casi exacta y que conviven con las peores chapuzas que rozan, si no claman directamente, la autoextinción. Con solo la décima parte de la inteligencia que hace falta para comprender y aplicar ese conocimiento del cesio se podrían resolver todos los problemas de la humanidad, desde el exceso de población hasta el hambre, la guerra, prevenir enfermedades (a lo mejor no con la precisión de 37 millones de años, pero sí con cuatro o cinco días), pero aquí seguimos que no confiamos ni que lleguemos a cien años más, ya no digo 3700 millones. Vale, a lo mejor no décima parte, pero...

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    1. No creo que esos problemas que citas necesiten de la décima parte de inteligencia que para hacer un reloj de cesio 133. Son problemas de muy difícil solución en mi opinión. Lo que sí creo, después de leer la entrada de Antonio, es que la impuntualidad será inexcusable durante los próximos 3700 millones de años.

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  2. Interesante entrada que lleva a reflexionar sobre el tiempo, cómo lo entendemos y la importancia que le damos. La semana pasada leí el libro El físico y el filósofo de Jimena Canales y anda que el asunto tiene complicación. El debate o como queramos llamarlo entre Bergson y Einstein a propósito del tiempo ( y más cosas) tuvo su punto candente en abril de 1922 y trajo mucha, mucha cola. Una de las cuestiones de que se habla en el libro es de los patrones de medida. Juraría que el que tocan es el del metro, que al final acaban refiriendo a una longitud de onda. Tela

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  3. Me tranquilizas, ya puedo perder el tiempo con una precisión irrefutable!

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  4. Sí, por ahí me vino la reflexión, por los patrones de medida, fíjense en la propia palabra "patrón", el señor, el amo de las medidas. Y así el patrón del peso en su origen fue el hierro, el de la riqueza, el oro y creo haber leído que es Napoleón el que implanta el sistema métrico decimal. En fin, que el tema da para un interesante artículo.
    Saludos.

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